Cuando un peque tiene problemas de audición es fundamental que su familia acepte su situación para crecer lo más sano y feliz posible, hoy te contamos los cuidados básicos para un hijo con hipoacusia.
¿Qué es la pérdida auditiva?
Se trata de la pérdida o la disminución de la capacidad de oír los estímulos sonoros (sonidos). Se llama “hipoacusia” a los casos de deficiencias leves a severas en la audición (escucha menos que el resto de las personas) y “sordera” a la pérdida auditiva muy profunda, con una audición residual muy débil o inexistente (se escucha muy poco o nada).
Actualmente existen los implantes de conducción ósea baha que, a diferencia de un audífono, a usan la capacidad natural del cuerpo para transmitir el sonido.
Además de la ayuda técnica que existe en nuestros días, es fundamental que la hipoacusia se detecte en el primer trimestre de vida, con lo que se podrá realizar una estimulación temprana del bebé, al que le resulta fundamental oir desde el nacimiento.
Apoyo familiar
Como todo en la vida, conocer la situación a la que se enfrenta una familia ayuda a aceptar el problema y mantener una actitud positiva para ir enfrentando las dificultades, y así entre todos poder dar una buena respuesta a las necesidades del niño.
La finalidad de las terapias y dispositivos que ayudan a mejorar la hipoacusia es estimular lo antes posible el desarrollo del lenguaje del niño.
Apenas se diagnostica, hay que empezar el tratamiento adecuado para ayudar a la adquisición del lenguaje (que el niño aprenda a hablar) y al desarrollo afectivo, social y comunicativo de la persona con pérdida auditiva.
La hipoacusia afecta el aprendizaje de la lengua. Los niños con dicha afección necesitan estimulación auditiva y del lenguaje lo antes posible para que logren hablar. Un buen desarrollo del habla tiene efectos positivos en el desarrollo de su inteligencia, de su desenvolvimiento en la vida social, afectiva y comunicativa.
Consejos básicos
Una reacción que tienen muchas familias ante la noticia de que el/la niño/a tiene pérdida auditiva, es la de dejar de hablarle, cantarle y arrullarle. Pero un pequeño hipoacúsico tiene las mismas necesidades que un niño que escucha.
Además de los tratamientos que indiquen los médicos y profesionales, desde la familia se puede ayudar a estimular a los pequeños con estos pequeños gestos:
• Sonríele. Sé expresivo.
• Habla, canta y juega con el pequeño.
Un niño con hipoacusia necesita que le hables, juegues con él, le sonrías, le hagas gestos, y más que nada, necesita encontrar una respuesta afectiva a sus sentimientos, acciones y sonidos, es decir, que haga todas las cosas que los padres y la familia normalmente harían. Con más razón, los niños con cualquier grado de pérdida auditiva necesitan estar rodeados de estímulos de lenguaje.
En cualquier caso, recuerda que es un post con recomendaciones, siempre debes guiarte por lo que indique tu médico.