Nuestra habitación

El colecho por necesidad

Nuestra solución a no dormir con un bebe: el colecho por necesidad.

Antes de ser madre y durante el embarazo, tenía una idea muy concreta de cómo sería. Una madre firme, que adoraría a mi hija pero “no le pasaría ni una”, le pensaba dar el pecho dos meses, porque no veía necesario hacerlo más tiempo, dormiría con tres meses en su habitación, que nunca le pondría la tableta para comer…Cuidado con lo que dices o piensas…

Con motivo de la semana mundial de la lactancia materna ya os contaba aquí mi experiencia. Los comienzos con la lactancia no son sencillos, es una prueba en la que intervienen muchos factores: físicos de la madre, cómo te encuentres tú tras el parto, y físicos del bebe (por ejemplo si tiene frenillo, en sus distintos tipos). Pues bien, hoy quiero hablaros de otra experiencia que la maternidad hizo que cambiara mi punto de vista: el colecho.

Los comienzos

Los primeros días en casa con tu bebé son una mezcla de ilusión y miedo. Ilusión porque por fin empiezas a usar todo el nido que habías preparado para tu pequeño, la ropa que lavaste con tanto mimo, las cremas, las sábanas que planchaste y colocaste de cuatro maneras diferentes en el cajón, le pones ese peluche que te regalaron o que compraste cuando te enteraste que venía en camino…y miedo porque si, ya está aquí. Ya no es la teoría, ya no es la clase de preparación al parto, ahora hay que curarle el ombligo, hay que cambiarle el pañal, las babas, las regurgitaciones, y todo eso mientras tu vida sigue: tienes que comer, ducharte, intentar salir…

La realidad

En mi caso descubrí rápidamente que el descanso nocturno iba a ser un “problema”. Lo reconozco, soy una marmota. Me cuesta muchísimo trasnochar o despertarme cada dos horas. Incluso cuando estoy enferma me cuesta…así que imaginaros con un bebe recién nacido. Soy malamadre, lo sé. Bastaron 3 o 4 noches en las que MiniL se despertaba para darme cuenta que eso de levantarse, irse a la silla/sofá, cambiarla, dormirla no iba conmigo. Os puedo asegurar que las tres primeras noches lo intenté, y mientras lo intentaba me caían las lágrimas de sufrimiento, porque para mí desvelarme hasta ese punto, con los puntos de la cesárea todavía ahí, y el consiguiente esfuerzo para levantarme fue eso, un sufrimiento. Y como mi marido no podía hacer nada por ayudarme lo pasé sola, con mi niña. Y sola recordé ese momento en el hospital en el que, en la segunda noche de vida de MiniL, una matrona me enseñó a darle el pecho tumbada. Así que le puse una toalla y una gasita y gracias a mi luz (os la enseñe aquí) cada vez que se despertaba me acercaba y le daba el pecho, ella hacía su toma y las dos seguíamos durmiendo. Si tenía que cambiarla ya lo hacía su papi.

Y así se solucionaron, de golpe, los problemas de las noches. Llegó el colecho a nuestras vidas.

Cuando seas madre…

Recuerdo cuando una amiga me dijo, un par de años antes de nacer MiniL, que colechar era lo que hacían con su hijo. “Le van a aplastar” pensamos mi marido y yo. Pues no, lo le aplastas. Es más, con el tiempo ella se fue haciendo la dueña de la cama, así que el colecho se convirtió en esto:

 

La realidad de nuestro colecho
La realidad de nuestro colecho

 

 

 

Para nosotros el colecho supuso una solución para el descanso de toda la familia. MiniL duerme y nosotros también. Ello no quita que haya noches malas o que la intimidad de la pareja se tenga que trasladar a otras partes de la casa. Sin embargo, a medida que MiniL fue creciendo y moviéndose más, el descanso de los padres se fue complicando.

 

¿Cómo lo solucionamos?

Pues como una imagen vale más que mil palabras os dejo una foto de nuestra habitación, que ya habéis podido ver por stories en alguna ocasión.

Nuestra habitación

 

Es cierto que nuestra habitación es muy grande y nos ha permitido esta solución, quitando las mesitas de noche y poniendo además este cierre de seguridad para la ventana. Aunque es cierto que la ventana no le llama nada la atención a MiniL nunca se sabe.

 

Como siempre, os he contado mi versión sobre  el colecho. Las recomendaciones de la Academia Española de Pediatría y la Academia Americana de Pediatría que yo leí son de 2014. A los meses de llevar practicando colecho las actualizaron, en 2016, cuando MiniL ya tenía más de 6 meses, así que no pudimos aplicar alguno de los consejos que daban.   )

 

Ahora llevo unas semanas pensando en cambiar a MiniL a su habitación, pero superpapi no quiere, y ella tampoco, así que seguiremos así una larga temporada.

¿Qué os parece nuestra habitación? ¿Vosotros también colechais?

 

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Besos

 

Alex

10 comentarios en “El colecho por necesidad”

  1. Hola!!! Nosotros teníamos claro que queríamos que durmiera en nuestra habitación hasta los seis meses (por miedo a la muerte súbita del lactante y antecedentes en la familia d esto). Empezamos con mini cuna de colecho y acabamos todos al revoltijo según la teta d la toma durmiendo en su lado o entre los dos… los inicios d la lactancia tb fueron durísimos con muchas mastitis y un problema con el agarre (sin frenillo consultando a mil especialistas en lactancia pero la peke mordía el pezon con sus encías si o si y hasta los cinco meses fue realmente doloroso) yo antes de que naciera contaba con darle seis meses y ya está porque era lo “recomendado” en general (aunque ahora se que la OMS dice q ideal hasta q Madre e hijo quieran…) así q un día tras otro y con un yo nunca haré tal o cual y saltandomelos después todos me vi con Elsa con dos años y que seguíamos colechando y con la teta (y con tomas nocturnas cada dos horas o incluso menos) pero feliz d sentirla a mi lado. Ahora tiene dos años y medio… se ha destetado sola y sigue en nuestro colecho (cuna tuneada y cama) y tiene su cama en su habitación montada en la q lee libros… y no tengo ninguuuuna prisa por q se vaya a su habitación… al revés ahora dp d los inicios duros en general (y de no solo adaptarnos a ella sino tb a que no siempre se cumplen los cánones q impone la sociedad) pienso q el día q quiera irse a su cama la q no va a saber dormir sin sentir su respiración y su calor cerquita seré yo… todo es respetable si lo hacemos desde el amor y buscando lo mejor para nuestros pekes… pero cuando las decisiones de colecho o lactancia las tomas con el corazón sientes q d verdad estás haciéndo lo correcto. Ánimos a todas las mamis!!!!

    1. Que comentario tan bonito Irene! La lactancia siempre es dura, pero las mastitis y el frenillo que pasaste debió ser…uf! Yo no tuve ningún problema así, menos mal. Y es muy cierto lo que dices que cuando se vaya a su cuarto las que nos sentiremos raras seremos nosotras. La verdad que es un tema un poco tabú el colecho, pero luego descubres que hay mucha gente que lo practica! Muchas gracias por tu comentario! Besos

    2. A mi también se me han desmontado muchos mitos al ser madre. La lactancia ha sido dura (grietas, dolor, masrtitis…) pero a los siete meses sigo dando teta y no me he planteado fecha final. Desde el principio vi que mi hijo necesitaba mamar no sólo para alimentarse sino para relajarse, dormir y estar conmigo. Rechazaba chupetes y biberones asi que me vi obligada. De verdad la gente me hizo creer que lo normal sería darle el biberón. A dia de hoy colechamos porque siempre le ha costado dormir y ha tenido rachas de despertarse cada hora, ahora cada dos. Compramos una estupenda y carísima cuna convertible porque pensé que lo pasaría de la minicuna a la misma sin ningún problema ya que por la información que recibí de mis amigas parecia que era lo normal dormir del tirón toda la noche, me temo que ha sido un dinero mal invertido. También pensé que en cuanto pudiera lo dejaria con los abuelos o en la guardería, y resulta que no soy capaz de momento. He cogido un año de excedencia y tengo serias dudas de prematricularlo para el curso que viene. Dónde va a estar mejor que en casa y con quien mejor que conmigo. Y como dices Irene, hago lo que me dicta el corazón….a veces me siento un bicho raro por no hacer lo que casi todo el mundo hace.

      1. Por suerte creo que cada vez somos menos “bichos raros” las que respetamos la decisión de las demás, sea la que sea, lactancia, colecho, biberón, cuna. Eso si, al final nada como la experiencia y conocer a nuestros hijos para saber lo que es mejor para ellos. Siéntete afortunada de estar en casa con el. Un abrazo

  2. Hola guapa! Pues me encanta vuestra habitacion y te diré que la nuestra es muy parecida jajaja somos 4 durmiendo en cama. Yo tenia claro que no me levantaria de noche a dar la teta al primer bebe que tuvimos, cuando nacio la segunda ampliamos la superficie dormil y tan contentos. Todavia no estamos preparados para separnos asi que dormimos felizmente todos juntos. Un abrazo enorme
    Patrica

    1. Hola guapa! Si? Nosotros hemos podido meter la cama porque la habitación es grande, sino no se que habríamos hecho! Yo a veces si querría un poco de intimidad, pero se suple con tenerla cerca. Un besazo mi niña! Gracias por comentar!!!!

  3. Maria Rodríguez Gómez

    Según te leía pensaba que lo había escrito yo… Hasta la solución de la cama (ya que la cuna nunca la quiso) hoy con 26 meses sigue pidiendo teta cada 2h por la noche. Me sigue resultando más fácil rodar a su cama que levantarme a la habitación de al lado

    1. Hola Maria! MiniL tampoco quiso la cuna nunca. Se lleva poco tiempo con tu peque y hace lo mismo que ella con su edad, tetita! Desde luego dormir así es más cómodo para todos. Muchas gracias por comentar! Besos

  4. Yo tengo así mi habitación también, pero con la cuna, le quitamos las barras, y la pegamos a mi cama, mi bebé tiene 15 meses y sigue durmiendo con nosotros, hay noches que se queda en su cuna y otras que se mete en medio, a nosotros no nos importa, ya que el descansa y nosotros también, y sobre el tema lactancia, sigue enganchado a su teta, no hay quien se la quite.

    1. Hola María José! Nosotros pasamos de la minicuna a la cama porque no nos atrevimos a tunear la cuna, pero es una opción igual de buena! Y desde luego para el pecho es comodisima! Muchas gracias por comentar! Besos

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